El galán y sus secuaces que vendieron muchas alitas
Una de las campañas más exitosas de Las Alitas, en materia de recordación de marca e incremento en flujo de visitantes a restaurant, es la que denominamos “Rostros” y que develamos la primavera de 2008. Este ejercicio publicitario tenía un eje conductor claro, ir contra la corriente de lo que a diario la publicidad nos intenta vender: rostros perfectos que al consumir tal o cual producto da como resultado ‘felicidad eterna’. Para ello recurrimos a la sátira de ese camino publicitario, colocando a gente real, en actitudes que normalmente esperas de una campaña común y corriente, vaya, de esas que vemos todos los días (y al parecer hasta el final de los tiempos) logrando un doble efecto, el que nos voltearan a ver y que la gente viera que la marca se sumara al lado del receptor del mensaje, esto en el sentido de pertenencia. Así, pusimos a ‘galanes’, ‘fresas’ y otra serie de personajes que no físicamente van con los estereotipos publicitarios de la belleza, pero intentan serlo, rematando con la honestidad brutal de la marca, avisando que el comer alitas de Las Alitas no les convertirá en aquello que intentan ser.
Esta campaña que estuvo anclada en medios exteriores, fue tan exitosa que el cliente solicitó versiones adicionales a las dos originales, incluso para fechas especiales como navidad y para lanzamientos de platillos nuevos. “Rostros” también nos dio un “Tótem de oro” por ser la mejor campaña en la categoría de restaurantes en todo México, durante el periodo 2008, premio que recibimos en el Centro Banamex de la ciudad de México.
La dirección creativa, copywriting y dirección de arte de este proyecto corrió a cargo de su servidor, los retratos los hizo el talentoso Juan Rodrigo Llaguno en su estudio de San Pedro Garza García (¿quién sino él podría sacar el alma de los participantes en esos retratos?) Acá puedes ver otras piezas de esta campaña.